Iluminación circadiana, mejora tu vida

02 Oct Iluminación circadiana, mejora tu vida

Todos los seres humanos tenemos un reloj biológico interno, éste regula nuestro estado durante el ciclo diario de 24 horas (ritmos circadianos) y afecta a la totalidad de nuestras funciones. El ritmo circadiano más visible es la alternancia de sueño y vigilia, otro es el de la temperatura corporal que disminuye por la noche y se incrementa por el día.

La luz es el sincronizador o reloj biológico más importante de los seres vivos. Si las señales de luz que percibimos son anómalas, por ejemplo, recibir mucha por la noche o cambios de luz radicales, esto producirá alteraciones que suponen un factor de riesgo para la salud.

Es decir, la luz no sirve sólo para ver. Las células fotorreceptoras de nuestra retina, de una forma compleja, actúan sobre nuestro cerebro que a su vez produce o inhibe la secreción de determinadas hormonas que afectan a nuestro bienestar, la luz inadecuada producirá: trastornos de sueño, irritabilidad, depresión, trastornos alimentarios, de la misma manera que es capaz de generar migrañas o fatiga e incluso debilitar nuestras defensas frente a enfermedades.

¿Para qué sirve la iluminación circadiana?

La iluminación circadiana trata de adaptar la luz artificial en los espacios cerrados a los ciclos biorrítmicos naturales de las personas. cada vez más la población se concentra en las urbes y cada vez pasamos más tiempo en espacios cerrados.

La luz solar a lo largo del día es muy rica y variable. La luminosidad durante el día registrada en luxes puede alcanzar los 100.000 lx., por la noche se puede situar en 0,001 lx. Respecto a la temperatura de color registrada en grados Kelvin. se puede situar entre <1000K. y >16.000K. Frente a estos valores podemos decir que la luz artificial es de baja calidad respecto a la luz natural.

Veamos cómo actúa la luz. El cuerpo interpreta la luz de acuerdo a la temperatura de color y a la intensidad de la misma. La luz natural contiene luz azul, excepto en las puestas de sol. Con la luz azul el cuerpo interpreta que es de día. Los dispositivos móviles, los televisores, contienen luz azul, de la misma manera que muchas luces artificiales.

Todavía hay muchas incógnitas por desvelar, son muchos los departamentos de universidades que están investigando y estudiando el alcance de los efectos de la luz artificial a las personas y a los animales. De una forma básica podemos empezar estableciendo:

Temperatura de color según la iluminación circadiana

. La primera hora de la mañana se muestra propicia también para luces cálidas (<3500K) e ir gradualmente subiendo a temperaturas neutras (4000K). Así podemos decir, que es recomendable que las luces de un dormitorio sean cálidas (<3500K).

Empezaremos la jornada con temperaturas de luz cálida (<3000K) que es la temperatura deseable en las luminarias existentes en los dormitorios. A partir de la 07:30h. de la mañana el cuerpo deja de generar melatonina, hormona que regula el ciclo diario del sueño, pronto empieza a generar testosterona. Uno de los efectos de la testosterona es que nos genera energía física y mental; es decir nos prepara para la actividad, sea esta física o mental.

 

Si nos encontramos en nuestro trabajo en un entorno cerrado sería deseable temperaturas de color neutro (4000K). En torno a las 10:00h. de la mañana se produce la máxima secreción de testosterona que nos va a generar que durante 3 ó 4 horas nos encontremos en estado de máxima alerta, máxima velocidad de respuesta, óptima coordinación. Durante este periodo de tiempo temperaturas de color frías (>4500K) se muestran las más adecuadas para nuestro rendimiento. Es por la tarde entre las 18:00h. y 19:00h. que se produce la máxima presión arterial y a continuación la máxima temperatura del cuerpo, deberán ser las temperaturas situadas en temperatura neutra (4000K) las que respetan nuestro biorritmo. A partir de las 21:00h., el cuerpo empieza a generar melatonina, se deben evitar las temperaturas de color frías (azul) a partir de esa hora interfiere en nuestro ritmo biológico. De la misma manera, a lo largo de toda la noche si nos levantamos de la cama por algún motivo, no es deseable la luz azul.

Cada periodo de tiempo se muestra propicio para realizar determinadas actividades, el tipo de actividad que desarrollemos deberá acompañarse con la intensidad de luz que precise dicha actividad. El exceso o el déficit de luz, así como una luz inadecuada por su posición u orientación son también responsables de trastornos e incluso de enfermedades.